La tecnología eléctrica e infrarroja marca el comienzo de una parrillada más ecológica

Preguntas y respuestas sobre DiálogoEcológico

Anagha Iyer 2 de agosto de 2023

– Bill D., Raleigh, Carolina del Norte

Ciertamente nos encanta asar a la parrilla. Ya sean hot dogs, hamburguesas, filetes, salmón o shish-kebab, es probable que usted y/o sus vecinos los hayan asado recientemente. Pero todo eso de asar a la parrilla no puede ser bueno para el planeta ni para nuestra huella de carbono. Investigadores del Reino Unido informan que una típica barbacoa de verano para cuatro personas libera más gases de efecto invernadero a la atmósfera que un viaje de 80 millas en automóvil.

Hay varios tipos de parrillas que pueden contribuir a la contaminación y lo más probable es que su parrilla esté incluida. Las parrillas de carbón liberan más emisiones porque literalmente queman carbón. Si vive en un área mal ventilada, las parrillas de carbón pueden no ser la mejor opción ya que liberan partículas al aire.

Hay dos tipos principales de carbón: el carbón en trozos, que es madera tostada; y briquetas, que están mezcladas con productos químicos e inflamables. Ambos liberan compuestos orgánicos volátiles muy tóxicos y monóxido de carbono cuando se queman. Pero, entre ambos, el carbón vegetal en trozos es la opción más sostenible.

Por otro lado, las parrillas de propano y gas natural emiten significativamente menos contaminantes que las parrillas de carbón; sin embargo, queman combustibles fósiles. Son más eficientes, cocinan más rápido y más fácilmente, pero aún liberan sustancias químicas como el óxido de nitrógeno, aunque generalmente en menor escala en comparación con las parrillas de carbón.

Una opción aún mejor son las parrillas eléctricas. Puede que sean más caros, pero reducen significativamente las emisiones y durarán mucho tiempo sin repostar combustible. Dependen de la electricidad de la red, por lo que su impacto ambiental depende de la fuente de generación de electricidad.

La elección de fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, mejora aún más la sostenibilidad de las parrillas eléctricas. Del mismo modo, las parrillas de infrarrojos utilizan radiación infrarroja para cocinar. En lugar de calentar el aire alrededor de la comida, apuntan al metal y a la comida en la parrilla. También retienen la humedad, lo que los hace ideales para cocinar filetes, hamburguesas y otras carnes.

Asar a la parrilla es una parte integral de nuestra cultura culinaria, pero es esencial reconocer y abordar su posible impacto ambiental. Al adoptar alternativas sostenibles, como parrillas eléctricas o parrillas infrarrojas, aún podemos disfrutar de la parrillada mientras minimizamos nuestra huella de carbono.

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